Giraba hacia la plaza del pueblo, de la iglesia. Me encantaba sentarme a comer en un banco viendo la vida pasar, a los ancianos hablando entre ellos y juegos de pelota.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Flores
Giraba hacia la plaza del pueblo, de la iglesia. Me encantaba sentarme a comer en un banco viendo la vida pasar, a los ancianos hablando entre ellos y juegos de pelota.
domingo, 13 de diciembre de 2009
El emisario del viento
y del otoño.
Donde vivo no hay apenas caducifolios (te la dedico, Tomás, jejje), tan sólo un viejo olmo que pierde las hojas terminando el verano, y otro más joven que bastante tiene con salir adelante. De modo que el otoño avisa con otros métodos, con emisarios como el de la imagen. Manda anuncios de su llegada con tintineos de pequeñas campanas, y nubes grises.
Donde vivo no hay apenas caducifolios (te la dedico, Tomás, jejje), tan sólo un viejo olmo que pierde las hojas terminando el verano, y otro más joven que bastante tiene con salir adelante. De modo que el otoño avisa con otros métodos, con emisarios como el de la imagen. Manda anuncios de su llegada con tintineos de pequeñas campanas, y nubes grises.
La espera
Todo el mundo espera algo. Siempre. Cada cual tiene sus propios objetivos, deseos, sueños o miedos, y siempre se esperan. Una vez que han llegado, se pasa al siguiente de la lista.
Quizá no debiera preocuparnos tanto lo que esperamos, sino el poder seguir esperando. Es sinónimo de seguir vivos...
Quizá no debiera preocuparnos tanto lo que esperamos, sino el poder seguir esperando. Es sinónimo de seguir vivos...
martes, 17 de noviembre de 2009
La luz de la Mancha
Esta foto está tomada desde lo alto de la sierra de Corral de Almaguer. Fui este sábado con mi amigo Tomás a ver qué veíamos. Y lo que vimos fue esta luz de impresión. Sinceramente, no creí que saliera un contraluz tan suave. Me gusta mucho esta foto.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Me queda tanto por andar...
y tengo tantas ganas. De seguir adelante, paso a paso, hacia ese horizonte que parece llamarme, sin mirar atrás. A veces no hace falta mirar atrás.
martes, 3 de noviembre de 2009
Otoño en Madrid
No me terminan de convencer las grandes ciudades, a pesar de haber nacido en Madrid y haber vivido durante muchos años en Fuenlabrada. Todo es demasiado gris, todo el año. Demasiado asfalto, aceras, cemento, hormigón. Por eso quizá me gusta tanto el otoño, por la capacidad que tiene de teñir los suelos de colores cálidos, móviles y pasajeros.
Otoño en Toledo
Ha llegado de tapadillo, casi de soslayo, como el que no quiere la cosa. Temperaturas agradables y cielos limpios no daban muestras de él. Pero las hojas saben cuándo llega.
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