y del otoño.
Donde vivo no hay apenas caducifolios (te la dedico, Tomás, jejje), tan sólo un viejo olmo que pierde las hojas terminando el verano, y otro más joven que bastante tiene con salir adelante. De modo que el otoño avisa con otros métodos, con emisarios como el de la imagen. Manda anuncios de su llegada con tintineos de pequeñas campanas, y nubes grises.
1 comentario:
Parece resonar un suve tientineo de las campanillas mientras los flecos acarician levemente el pelo del viento...:)
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