Bueno, he vuelto de mi semana en Berlín, una ciudad apasionante y del todo recomendable, a la que espero volver dentro de no demasiado tiempo. Es una ciudad increíble, llena de contrastes, y que se está reinventando a sí misma, después de su reciente y convulsa historia. De momento, os pongo de muestra la cúpula del Parlamento alemán, una maravilla arquitectónica.
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